Hoy he leído uno de esos artículos que te dejan sorprendido. Hacía mucho tiempo que no tenía la oportunidad de leer un artículo de opinión como el del que os quiero hablar hoy y enlazar al final de esta entrada.
La estupidez humana conoce límites insospechables, y más cuando las personas se vuelven miserables.
En este gran artículo de Sergio del Molino, alguien a quien el ritmo vertiginoso de mi Timeline de Twitter o de Facebook ha hecho que apareciese en la pantalla de mi móvil por una de esas (afortunadas) casualidades, es redondo, desde el principio hasta el final.
Leerlo hasta el final y no acabar meditando largo y tendido sobre lo que cuenta es de ser necio. Por eso escribo esta entrada en mi blog personal, para recomendarte a ti, querido amigo, que lo leas.
No, aunque lo parezca no te asustes: NO habla de fútbol.
Aunque creas que está halagando a Guardiola…NO, no van los tiros por ahí.
Sergio habla alto y claro acerca de la mezquindad de las personas, haciendo hincapié en las que habitan en nuestro país, ese que tan lleno de envidias está. Ese país, llamado España, en el que el deporte rey no es el fútbol, es la demolición de la excelencia.
…no soportamos a las personas excepcionales porque subrayan nuestras miserias, preferimos rodearnos de personas peores que nosotros. El buen ejemplo, lejos de inspirarnos, subraya nuestros defectos y nos hace sentir peor. El mal ejemplo, en cambio, nos reconforta, porque nos da la sensación de que lo hacemos todo bien aunque no nos esforcemos en ello.
Es sólo una de las joyas que vas a poder leer en el que, como te he dicho, es uno de los mejores artículos de opinión que he leído en años.
Antes de dejarte el enlace al artículo quiero hacer mías las palabras finales de Sergio del Molino:
Debo de ser un espécimen muy raro, porque a mí sí que me inspira la excelencia ajena. No deseo ver caer a quien triunfa, no deseo ver gruñir al amable ni que se vuelva feo el guapo. Creo que hay personas mejores que yo, mejores que todos nosotros. Creo que hay personas excepcionales, que destacan por méritos propios no sólo como profesionales, sino como seres humanos. Gente que brilla, que tiene mejores sentimientos que la mayoría y los sabe expresar mejor, que se comporta mejor que la mayoría de la gente. No sólo NO puedo compartir las risotadas de los amargados que desean reducirlo todo a su ínfimo mínimo común denominador, sino que las detesto.
Ahora te toca leer, con calma, y sobretodo pensar. Quizás estés de acuerdo, como yo, con todo lo que escribe Sergio. De no ser así, hazte un favor: Recapacita y esfuérzate por ser una persona excepcional, siempre, en cada instante de tu vida. Acabarás agradeciéndotelo a ti mismo.
Enlace | «MEJOR QUE NOSOTROS», el artículo de Sergio del Molino.
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